Si tienes una pyme, seguro que en más de una ocasión te has preguntado si no estarás pagando de más a Hacienda. O quizás te has sentido un poco perdido con tantas obligaciones fiscales y términos técnicos. Tranquilo, no eres el único.
Gestionar bien los impuestos es uno de los mayores retos para cualquier negocio, especialmente cuando se está en plena fase de consolidación o crecimiento. Pero también es una gran oportunidad. Porque la realidad es que muchas pequeñas y medianas empresas podrían pagar menos impuestos legalmente si aplicaran una buena planificación fiscal.
En este artículo, desde nuestra asesoría en Santander te vamos a mostrar de forma clara y paso a paso algunas de las estrategias fiscales más efectivas para reducir la carga tributaria de tu pyme. Sin complicaciones ni tecnicismos innecesarios. Porque entender tus impuestos también es una forma de cuidar tu negocio.
Índice
ToggleConoce las deducciones y bonificaciones que ya tienes a tu alcance
Uno de los errores más comunes es pensar que las deducciones fiscales son solo para grandes empresas. Nada más lejos de la realidad. Existen incentivos fiscales específicamente pensados para pymes, y no aprovecharlos es como dejar dinero encima de la mesa.
Inversión en I+D e innovación tecnológica
¿Has desarrollado un software para mejorar la gestión interna? ¿Has implementado un nuevo sistema de producción? Eso ya puede considerarse innovación tecnológica.
En España, las pymes pueden acceder a deducciones de hasta un 42 % por actividades de I+D y un 12 % por innovación tecnológica. Y lo más interesante es que no hace falta que tu empresa tenga beneficios para aplicarlas: si no puedes deducir en ese ejercicio, puedes pedir la devolución directa a Hacienda.
Contratación y creación de empleo
Si estás pensando en ampliar tu equipo, esto también puede suponer una ventaja fiscal. Existen bonificaciones en las cotizaciones a la Seguridad Social por contratar a jóvenes menores de 30 años, mayores de 45, personas con discapacidad o desempleados de larga duración.
Además, si transformas contratos temporales en indefinidos, también accedes a incentivos. Es una forma de fortalecer tu plantilla y reducir costes al mismo tiempo.
Planificación Financiera y Fiscal
Una buena planificación fiscal no significa pagar menos sin más, sino pagar de forma más inteligente. Se trata de organizar tus decisiones financieras con tiempo, para optimizar recursos y evitar sustos.
Amortización acelerada
Cuando compras un activo importante para tu empresa —como una máquina, un equipo informático o un vehículo—, puedes amortizarlo fiscalmente de forma más rápida gracias a los coeficientes especiales que permite la ley. Esto significa que puedes deducir más en los primeros años, justo cuando más lo necesitas. Es como recibir un pequeño empujón financiero cuando estás haciendo una gran inversión.
Compensación de pérdidas
¿Tuviste pérdidas en años anteriores? No todo está perdido. Puedes compensarlas con los beneficios de años siguientes, hasta el 70 % de la base imponible. Y no hay límite temporal para hacerlo.
Esto es muy útil, por ejemplo, cuando una empresa ha pasado por un mal año y, al recuperarse, puede amortiguar su factura fiscal con esas pérdidas pasadas. Es una herramienta de estabilidad muy potente.
No subestimes la importancia de una buena gestión diaria de impuestos
Hay un aspecto que muchas veces se descuida, pero que es fundamental: la gestión cotidiana de los impuestos. Y no hablamos solo de presentarlos a tiempo, sino de hacerlo bien, sin errores ni omisiones.
IVA: más que un trámite
El IVA puede parecer rutinario, pero su correcta gestión es clave. Asegúrate de que todas tus facturas están bien registradas, que las declaraciones se presentan dentro de plazo y que llevas al día los libros de registro. Si estás obligado al sistema SII (Suministro Inmediato de Información), la exigencia es todavía mayor.
Impuesto sobre Sociedades: planificación y precisión
Este impuesto puede marcar una gran diferencia en tu balance anual. El modelo 200 debe incluir correctamente todas las deducciones aplicables. Muchas pymes, por falta de revisión o asesoría, dejan de aplicar deducciones a las que tenían derecho.
Retenciones del IRPF: responsabilidad con tu equipo
Las retenciones en nómina, aunque parezcan un detalle administrativo, deben gestionarse con mucho cuidado. Presentar los modelos 111 trimestralmente y el resumen anual (modelo 190) es una responsabilidad directa como empresa. Un descuido aquí puede suponer sanciones innecesarias.
Sostenibilidad e innovación: invertir con sentido… y con ventajas fiscales
Cada vez más pymes están apostando por proyectos sostenibles y de transformación digital. No solo porque es lo correcto o lo moderno, sino porque también puede salir rentable fiscalmente.
Inversiones en sostenibilidad
Instalar placas solares, mejorar la eficiencia energética de tus instalaciones o gestionar residuos de forma más eficaz puede darte acceso a deducciones fiscales, bonificaciones en impuestos municipales (como el IBI o el ICIO) y subvenciones a nivel autonómico o nacional.
Estas inversiones, además de ayudarte a ahorrar a largo plazo, mejoran la imagen de tu empresa y pueden abrir nuevas oportunidades comerciales.
Digitalización con ayudas públicas
Programas como Kit Digital, financiados con fondos europeos, están diseñados precisamente para facilitar a las pymes su transformación tecnológica. Desde la instalación de un CRM hasta la mejora de tu página web o el uso de herramientas de ciberseguridad, todo esto puede estar subvencionado… y algunas inversiones, además, tienen impacto positivo en tu fiscalidad.
Un buen asesor fiscal es más importante de lo que crees
Muchos empresarios piensan que un asesor fiscal solo sirve para presentar impuestos. Y es cierto que esa es una parte importante de su trabajo. Pero un buen asesor hace mucho más: te ayuda a planificar, a detectar deducciones a las que nunca imaginaste que tenías derecho, a evitar errores que podrían costarte miles de euros en sanciones… En definitiva, te ayuda a dormir tranquilo.
Y si, además, conoce bien la legislación local, como ocurre con las asesorías que trabajan en Santander o en tu entorno, mucho mejor. La proximidad y el conocimiento del contexto marcan la diferencia.
Reducir la carga fiscal de tu pyme no es un truco ni una trampa. Es una cuestión de conocimiento, planificación y acción. Hay herramientas disponibles para ayudarte a pagar lo justo, proteger tus recursos y hacer crecer tu negocio de forma sostenible.
Todo empieza por informarse, hacer números y rodearse del equipo adecuado. Porque cuando entiendes tus impuestos, tomas mejores decisiones.
Preguntas Frecuentes
Son reducciones en la base imponible o en la cuota del impuesto que permiten a la empresa pagar menos. Ayudan a las PYMES a mejorar su liquidez y reinvertir en su crecimiento.
Documentando correctamente los proyectos y sus gastos. Es aconsejable contar con informes técnicos y, si es posible, obtener un informe motivado para asegurar la deducción ante Hacienda.
Errores de cálculo, no aplicar deducciones disponibles, presentar fuera de plazo o una mala gestión documental. Estos fallos pueden suponer sanciones e inspecciones.
Porque garantiza el cumplimiento normativo, detecta oportunidades fiscales, planifica pagos de forma estratégica y minimiza riesgos de sanciones.
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Deducciones por eficiencia energética, ayudas para autoconsumo renovable, bonificaciones en IBI e ICIO a nivel municipal, y subvenciones cofinanciadas por fondos europeos.